Solamente Dios conoce el futuro. Sin embargo, El ha revelado algunas cosas a Sus profetas acerca del futuro. Estas profesías están registradas en las Santas Escrituras, la Biblia.

La Biblia nos dice del próximo evento eminente, el cual será́ la venida de Jesucristo. El viene a buscar Su pueblo, la Iglesia, para vivir con El en los cielos. Nadie sabe el día ni la hora, pero el pueblo de Dios sabe que será́ muy pronto. 

PROMESAS DE SU SEGUNDA VENIDA:

Aproximadamente hacen dos mil años, el Señor Jesucristo vino al mundo del cielo. El murió́ en la cruz del calvario para redimir a los hombres perdidos. Después de la resurrección de la muerte, Jesús pasó cuarenta días con Sus seguidores y luego regresó a los cielos. Al oír que Jesús se iba, se entristecieron los seguidores. Los consoló́ con estas palabras, Voy puma, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré́ otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde, yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a donde voy, y sabéis el camino" (Juan 14:2-4).

Esta promesa es una gran esperanza de la Iglesia. Los que se han arrepentido, se han bautizado en el nombre de Jesús, han recibido el Espíritu Santo, y viven en santidad, están esperando Su próxima venida. Tenemos que esperar la venida de nuestro gran Dios, Jesucristo. El dió su vida por nosotros. El nos compró con Su sangre y nos ha hecho libres del pecado. "Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dió a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras" (Tito 2:13-14). No importa los problemas que nos enfrentan en este mundo. Tenemos esta gran esperanza de que el Señor viene para levantarnos.

Los vivos serán transformados a un cuerpo indestructible. Los cristianos que ya murieron recibirán un cuerpo nuevo y vivirán para siempre (1 Corintios 15) Los cristianos muertos se levantarán primero." Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios descenderá́ del cielo; y los muertos en Cristo resucitaran primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así́ estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:16-17)

ESPERANZA PARA LA IGLESIA: DESESPERACION PARA OTROS:

Pablo dice a los cristianos "alentaos los unos a los otros con estas palabras que Jesús viene.” La Iglesia es como una esposa esperando que venga el esposo u llevarla. Será un acontecimiento grande y gozoso. Por lo tanto, la Iglesia, la novia de Cristo, tiene que embellecerse, "A fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”  (Efesios 5:27).

Los que no se han preparados para la venida de Jesús serán levantados, y los que no se han preparado se quedaran. Estos pecadores serán juzgados y echados para siempre al infierno, un lugar de tormento. El que no sea levantado con Jesús en el rapto, no tendrá́ esperanza.

Por eso, las Sagradas Escrituras nos advierten que estemos preparados. Sin embargo, muchos no obedecen el evangelio de Jesucristo y no se preparan. Algunos no creen que Jesús vendrá́ otra vez. Y dejan de hacer lo que Jesús mandó a hacer. Estos han creído en enseñanzas falsas. En realidad, no tienen la esperanza de la Iglesia. Al fin ellos van a realizar su error, pero será́ demasiado tarde.

Conclusión:

Jesucristo va a regresar. El lo ha prometido y lo hará. “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (II Pedro 3:9).

Si usted no se ha arrepentido, todavía hay tiempo. Al arrepentirse, Dios le perdonara. Al bautizarse en el nombre de Jesús, Dios le perdonara de sus pecados y lo llenara con el Santo Espíritu.

“Y si el Espíritu de aquel que levanto de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levanto de los muertos a Cristo Jesús vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” (Romanos 8:1). Tendrá esta gran esperanza de la venida de Jesús para llevarle a los cielos.

Cristo lo ha hecho tan fácil pero todavía se quedarán muchos. “Os digo que en aquella noche estarán dos en una cama; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo juntas; la una será tomada, y la otra dejada. Dos estarán en el campo; el uno será tomado, y el otro dejado” (Lucas 17:34-36). Usted puede escoger. Jesús desea llevarle a los cielos. Es su responsabilidad estar preparado para cuando El venga, para que pueda llevarle a vivir con El por toda la eternidad.